El Consejo Regulador organizó una jornada técnica sobre el control de inventarios de vino durante el proceso de envinado de botas, con la participación de la Universidad de Cádiz y la empresa Cask & Botas Technologies. El evento contó con una importante asistencia de representantes de bodegas envinadoras, instituciones sectoriales, toneleros y miembros de la comunidad científica.
El presidente del Consejo, César Saldaña, expuso la situación actual de la actividad del envinado de botas bajo el sistema de certificación Sherry Cask. Según los datos oficiales, la actividad se extiende a más de 218.000 vasijas controladas de distintos tamaños y su comercialización crece a doble dígito.
En lo que va de año se han expedido 65.618 tarjetas, lo que representa un crecimiento del 14,4% respecto al mismo período de 2024. El sistema de certificación atiende ya a casi 200 destilerías y elaboradores de 29 países pertenecientes a 16 categorías de producto diferentes, siendo el envejecimiento de whisky el principal destino de las botas envinadas.
María de Valme García Moreno, profesora titular del Departamento de Química Analítica de la Universidad de Cádiz, expuso los trabajos realizados sobre el efecto del envinado en la madera de las botas y los destilados que envejecen en las mismas. También avanzó un proyecto científico centrado en la evolución de componentes como la acidez volátil y el coeficiente de extracción.
Carlos Páez Crespo, director de I+D+i de Casks & Botas Technologies, presentó las soluciones técnicas desarrolladas para la automatización de inventarios de vinos en proceso de envinado. Victoria Frutos, directora técnica del Grupo Estévez, compartió las experiencias de su empresa en una mesa redonda que concluyó la jornada.
La mesa redonda incluyó también la participación de Francisco Guardeño Pino, jefe de Dependencia Regional Adjunto de Aduanas e IIEE de la Delegación Especial de la AEAT para Andalucía, Ceuta y Melilla.
